
¿Crees que es imposible ser feliz un domingo por la tarde? ¿Opinas que el lunes está demasiado cerca? No te preocupes, ¡podría ser peor!

Han dicho:
- “Nos arranca sonrisas y carcajadas a la vez que trata temas tan tristes como cotidianos”
- “¡Doña Gwendolyne es ironía, ingenio e ilusión!”
- “Ya era hora de que a las señoras mayores se les diera el protagonismo que se merecen”
- “¿Cómo es posible que un libro que habla sobre la vejez, la muerte o la soledad sea tan divertido?”
Tal y como diría Raffaella Carrà, por si acaso se acaba el mundo (que tiene toda la pinta, para qué nos vamos a engañar), ¡todo el tiempo has de aprovechar!

Han dicho:
- “Una comedia dramática, ácida y refrescante… ¡para reír a cucharadas!”
- “Humor agridulce y tremendamente inteligente. Imposible no sonreír en cada página”
- “Lectura pop, colorida y eurovisiva incluso. Un libro diferente en su género”
- “Magnífica forma de ensanchar tu imaginación”

El club de los domingos por la tarde
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Últimos capítulos del blog:
Capítulo 43: Humor dominical
Recuerdo que, cuando era un moco, debajo de las tapas de los flanes te podía tocar el reloj solar de Willy Fog, convirtiéndote, automáticamente, en el niño más feliz y envidiado del barrio (hasta que descubrías que teniendo un reloj…
Seguir leyendoCapítulo 42: Cómo hacer una firma de libros un jueves por la tarde
Hace unos meses realicé la presentación de Cómo ser feliz un domingo por la tarde en Estados Unidos. Y la semana pasada tuve la oportunidad de hacer lo mismo, por fin, en España. Vale que no es lo mismo hablar…
Seguir leyendoCapítulo 41: Rincones para no dormir
Con la tontería, hace ya mes y medio desde que volví a Madrid, más que suficiente para reencontrarme con algunos rincones favoritos y, sobre todo, para descubrir otros nuevos. Algunos ya estaban ahí y otros los han puesto nuevos, todo…
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