
Si hay dos canciones de ABBA que no soporto son Chiquitita y Fernando (en esto coincido con Los fresones rebeldes). A la segunda le he acabado por coger el punto por culpa de Mamma Mia! Una y otra vez, pero con Chiquitita no puedo, no puedo. Y hasta aquí lo único malo que se me ocurre decir de ABBA, el mejor y más estiloso grupo de la historia del pop de aquí a Marte.
Anda que no ha llovido desde el Abba Gold, uno de los primeros CDs que rayé de tanto escucharlo. Por aquel entonces, ABBA volvían a estar de moda gracias a La boda de Muriel (un dramón que, gracias a sus canciones, se la recuerda infinitamente menos oscura de lo que es) y la maravillosa Priscilla, reina del desierto… (¡Y todavía hay quien se pregunta que qué ha hecho Australia para merecer estar en Eurovisión).
Recuerdo que me hacía una ilusión tremenda que Frida y Agneta repitieran mi nombre 200 veces en el estribillo de una canción, hasta que un fatídico día se me ocurrió buscar la letra y descubrí que no, que se la cantaban a una tal Elaine. Luego se sacaron de la manga Mamma Mia, el musical (con unos quince minutos finales tan orgásmicos que, si no dabas palmas con las orejas, es que estabas muerto por dentro), y hasta hoy. Nunca se me olvidará el comentario que hizo la presentadora de las noticias, en un alarde de objetividad informativa, dando a entender que qué horror, ya vuelven estos horteras al ataque una y otra vez. ¡Dame paciencia, Agneta!

Esta foto es de cuando fuimos al Museo de ABBA, que está en los bajos de un hotel en Estocolmo y donde los imanes para la nevera valen un ojo de la cara y los posavasos un riñón. La planta de arriba es todo de ABBA y te dan ganas de quedarte allí a vivir (hasta el helicóptero de la portada de Arrival tienen ahí metido), y la planta de abajo está dedicada a otros artistas suecos de renombre, tales como Ace of Base, Roxette, Alcazar o The Cardigans. ¡Qué país!
Eurovisión
Abba son también los responsables de que Eurovisión dejara de ser un concurso de melodiosos señores y señoras cantando en blanco y negro para convertirse en una locura pop (hortera y luminosa a más no poder) con la mejor canción belicofestiva jamás escrita. Y de aquí a tocar el cielo pop con más temazos de los que pueden caber en un recopilatorio (no entiendo que As Good As New y The Visitors no fueran megaéxitos y que tampoco las incluyeran en ninguna de las películas. Ya solo por eso, se justifica una más que necesaria Mamma Mia 3, con Meryl Streep todavía muerta y el resto en un geriátrico de lo más marchoso en una isla griega, claro que sí).

Casi 40 años, decenas de derrotas eurovisivas y una pandemia después, a la Princesa Leia le ha salido una seria competencia (por cierto, los ABBAtars se parecen sospechosamente a los androides que La Casa Azul desenchufó en Esta noche solo cantan para mí). Vaya por delante que los conciertos en hologramas de gente muerta me parecen todos espeluznantes, pero después de ver las primeras imágenes, parece que esta vez podría ser diferente… para bien. Para empezar, los miembros de ABBA están vivos y se han enfundado los trajes de Super Troupers (con sensores de movimiento como en las películas de King Kong, que si hay alguien más grande que King Kong son ABBA). Y, de la misma manera, si hay un grupo que se merece tener ABBAtars son ABBA, que para eso tenían ya la mitad del nombre. Y, por si fuera poco, las dos nuevas canciones son preciosas.
A partir de hoy, el mundo vuelve a ser un lugar un poquito mejor. Así que nada, que Thank You For the Music… otra vez.
2 respuestas a “Capítulo 28: Super Trouper 2.0”
Qué bueno Alain. Y que grandes son. Yo los descubrí siendo una teenager cuando iba a las fiestas de mi barrio a montar en los coches de choque y desde entonces soy súper fan 🥰🥰
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Es que no ha habido nadie como ABBA, ¡suertuda tú que en los autos de choque te ponían temazos de calidad! En los de mi pueblo no pasaban de los pitufos makineros y otros éxitos similares. Lo peor es que me gustaban 😛
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