Capítulo 3: El exorcista is in the house


La casa del Exorcista.
Menuda escandalera. ¿Quién está gritando esos improperios?

Uno de los personajes de El fin del mundo a cucharadas dice que miremos lo que ha hecho la cochina de su hija. Y como la frase no es de mi cosecha, tuve que ir a casa de Regan para preguntarle si la podía utilizar en un capítulo. Después de todo, entrar en pleitos con una niña al que le da vueltas la cabeza 360 grados y se queda tan pancha no parece muy buena idea, sobre todo si lleva razón y tiene todos los derechos reservados.

¿Quién se ha llevado la farola?

Y, ya que estaba, aproveché para recrear el póster de El Exorcista, que no todos los días puede visitar uno la casa original donde Regan regurgitaba alegremente puré de guisantes mientras se le calentaba la boca por cualquier cosa. Hay gente a la que no se le puede decir nada, especialmente si tienen al demonio dentro, aunque también hay gente que no tienen el demonio dentro a la que no se le puede decir nada. Hay de todo. Imposible hacerse la foto sin tararear “ni no, noní, ni no, noní” mentalmente.

Las escaleras de El Exorcista.
75 escalones endemoniadamente empinados

Hablando de padrenuestros, estos últimos meses me ha tocado consultar la RAE más que en toda mi vida. Y he aprendido que rezar tres avemarías y dos padrenuestros se escribe en minúscula y todo junto. Por ejemplo: ¡Qué escalera tan empinada! Yo por ahí no bajo sin rezar antes tres avemarías y un par de padrenuestros. En cambio, Ave María Purísima se escribe en mayúscula y separado. Por ejemplo: ¡Ave María Purísima! ¡Qué escalera tan empinada!

75 peldaños

Y no es para menos, ya que se trata de la famosa escalera de la película. 75 peldaños uno detrás de otro y sin que falte ninguno. No me extraña que en la película la cosa acabe como el rosario de la aurora, qué peligro. Está justo al lado de la casa, y es verla y entrarte unas ganas locas de tirarte de cabeza tarareando mentalmente, otra vez, sí: “ni no, noní, ni no, noní”. Ya que has ido, no te vas a volver a casa sin subir y bajar cada escalón.

El Exorcista. Placa. Washington DC.
Spoiler alert!

Hasta hay una plaquita donde pone que se trata de la auténtica escalera, que no han cambiado ni un peldaño, que esta es la escalera más endemoniada del cine y no otra. Y, como quien no quiere la cosa, te hacen un spoiler como una catedral satánica de grande del final de la película. O como recomienda la RAE: un “destripe”… de padre (Karras) y muy señor nuestro.


2 respuestas a “Capítulo 3: El exorcista is in the house”

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