Capítulo 42: Cómo hacer una firma de libros un jueves por la tarde


Alain Saralegui
Su ejemplar, gracias

Hace unos meses realicé la presentación de Cómo ser feliz un domingo por la tarde en Estados Unidos. Y la semana pasada tuve la oportunidad de hacer lo mismo, por fin, en España. Vale que no es lo mismo hablar de tu libro en un país donde la gente habla otro idioma (y casi nadie te ha leído), a hacerlo donde está el 99% de tus potenciales lectores y lectoras, pero los consejos a seguir son básicamente los mismos. A saber:

SER REALISTA

Tal y como dije en el capítulo 39, lo primero que hay que hacer (además de escribir el libro en cuestión, claro está) es avisar a todo el mundo de que vas a organizar una presentación de tu libro y dar por hecho que no va a ir nadie. De este modo, con que vaya una persona ya supera tus expectativas y te alegras un montón. Esto depende también de la talla del ego de cada uno, que puede ir desde la XS hasta la XXXXXXXXXXXXXXL. En este último caso a lo mejor necesitas más de un asistente para sentir una mínima satisfacción personal, al menos seis o siete personas.

Marcapáginas de Cómo ser feliz un domingo por la tarde
Marcapáginas #1

UN PRESENTADOR

Siempre viene bien tener a alguien que hable (bien) de ti y de tu libro en un evento así (echarte flores a ti mismo queda regular). Si conoces a alguien que tenga una voz bonita y sepa leer le puedes pedir que, por favor, recite algún trozo de algún capítulo, por ejemplo. Tampoco hace falta que sea actor de doblaje ni la voz del GPS; con que no se trastabille cada tres palabras ya vale. Y si lee despacio y parándose en los puntos y en las comas, ya has ganado unos ocho o nueve minutos en los que tú no tienes que hacer nada.

Cafetería Vagary
Todo es cuestión de actitud

UN SITIO

Hay que encontrar un sitio donde llevar a cabo la presentación; un espacio que puedas reservar por un par de horas: un bar, una librería, una plaza de garage… donde sea. No recomiendo hacerlo en casa por si tienes cosas de valor, tales como la Play Station o un ordenador. Hay gente que, además de no leer ni el folleto del Eroski, ¡es amigo de lo ajeno! Yo he tenido la suerte de contar con el local de una amiga: la cafetería Vagary, en el centro de Fuenlabrada. Le dije: «Carmen, aunque no venda ni un solo libro, la gente no parará de beber cervezas y de picotear, vas a ganar más dinero que cualquier otro jueves, no tienes de qué preocuparte, te vas a forrar». A veces hay que exagerar un poco. ¡Muchas gracias, Carmen!

Marcapáginas de El fin del mundo a cucharadas
Marcapáginas #2

EXTRAS

Puede ser de gran ayuda contar con un aliciente no-literario para atraer a la gente. Después de todo, un libro por sí mismo no mueve a las masas (a no ser que seas un Youtuber archiconocido o una celebridad en cualquier campo). Recuerda: lo que intentas vender es un libro, no un jamón gratis ni una bebida alcohólica gratis ni droga gratis ni nada gratis. Si ofreces algo extra, te aseguras de que si la gente no va por tener la gran suerte de llevarse tu libro firmado de tu puño y letra, al menos acuda por los regalitos. Yo repartí marcapáginas de los dos libros, regalé pegatinas de la diva doméstica y sorteé un portamascarillas en 3-D (con gafas incluidas) entre todos los asistentes. ¡Muchas gracias a Roberto por los marcapáginas y por el portamascarillas! Bueno, y por todo lo demás.

Portamascarillas 3D
Los ganadores del portamascarillas 3-D

UNA DRAMATIZACIÓN

Una vez convencido a un puñado de fieles a acudir al evento, lo último que quieres es que se aburran (sobre todo si fuera está lloviendo y aun así han hecho el esfuerzo titánico de salir de casa para arroparte en tu gran día). ¡No puedes agradecérselo con una presentación que sea un tostón y un muermo! No digamos si presentas un par de libros de humor, como era el caso… Recuerda que estás haciendo todo esto para hablar de tu libro y conseguir encasquetárselo a cuanta más gente mejor: la literatura es tu voz y todo por un sueño. Nosotros, por ejemplo, pusimos la playlist del libro de fondo (Raffaella sonando en bucle siempre anima) e hicimos una dramatización de los acontecimientos (la lectura guionizada de un capítulo, vaya) para amenizar la tarde y de paso mostrar al público lo que se van a encontrar en los libros. ¡Un millón de gracias a Laura y a Antonio, quienes, a pesar de haber tenido muy poco tiempo para ensayar, parecía que hubieran nacido para interpretar a doña Gwendolyne y a doña Eulalia! Aquí un trocito:

Dramatización de los acontecimientos

BOCA-OREJA

Dicen que las presentaciones de libros solo sirven para alimentar el ego del autor. Pero quién sabe, a lo mejor algunos de los que hayan ido porque sabían que había barra libre de marcapáginas (y botellas de vino forrando las paredes) acaben recomendando tu libro a alguien que no te conoce de nada y le guste… y ala, ya tienes un lector o lectora más que, con un poco de suerte, puede que vaya a tu próxima firma de libros por voluntad propia. Así que el último consejo sería que no hay mejor campaña de marketing que el boca-oreja… ¡y en ella confiamos cien por cien!

Bar Vagary en Fuenlabrada
¡Muchas gracias por venir!

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